Ikigai, un motivo para existir

Queridos Héctor García (Kirai) y Francesc Miralles, buena intención pero… en mi modesta opinión, incompleta resolución, y me explico.

Ikigai, es el título del libro que estos dos autores han escrito y que actualmente está en la 20ª edición. Ikigai, un motivo para existir. Los secretos de Japón para una vida larga y feliz.

Esperaba más. Creí que iba a disfrutar de una narrativa con una trama más descriptiva, con más datos, con argumentos más clarificadores y una secuencia de hechos  mayor. En lenguaje coloquial, algo así como «me he quedado con las ganas».  Y esos últimos capítulos describiendo qué es el Yoga, el Tai Chi, etc… sinceramente, creo que sobran, o por lo menos no necesitan de tanta página, porque para eso, hay otros libros que tratan de dichas disciplinas. No obstante, el barrido general sobre la existencia del ikigai y algunos datos de los habitantes de Okinawa,  la isla con la población más longeva del mundo, (que insisto, me hubiera gustado descubrir más en este libro) no cabe duda,  me ha encantado conocer.

Por si a alguien le he despertado la curiosidad, se trata de un libro que analiza por primera vez las claves de los centenarios japoneses para vivir de forma optimista, y de forma vital: cómo lo hacen mediante la alimentación, los trabajos que realizan, sus relaciones, y por supuesto, encontrando el ikigai que da sentido a su existencia y les lleva a vivir una media de cien años en plena forma.

Me quedo con la principal «enseñanza»: según los japoneses, cultura que admiro en muchos sentidos, y de la que creo que podemos aprender mucho (igualmente pienso que también los asiáticos pueden aprender mucho de la cultura occidental), todo el mundo tiene un ikigai, que quiere decir, un motivo para existir. Algunos lo tienen muy claro y lo han encontrado y además son muy conscientes de su ikigai, pero otros no saben que lo tienen, y/o lo están buscando.

Tener un ikigai claro y definido es importante. Tener un ikigai claro y definido, es algo que da satisfacción, felicidad y significado a la vida.

Algunas conclusiones de las entrevistas que estos autores de Ikigai realizaron son:

    1. No preocuparse
    2. Buenas rutinas
    3. Cultivar las amistades cada día
    4. Vivir sin prisas
    5. Optimismo

Estos cinco puntos ni más ni menos…¡casi nada! ¿cumples con alguno? ¿con todos? ¿sabias de tu ikigai?

Yo a estos cinco puntos añado, gozar con lo que uno hace, convertirlo en un placer que detiene el tiempo, estar en flow, aunque de esto mejor hablamos en otro capítulo… ¡feliz día!

 

Vivir con entusiasmo, vivir

Siento usurparte este título, querido Victor Kuppers, pero es perfecto  para la ocasión, aunque yo al ‘Vivir con entusiasmo’ añado un ‘vivir’ a secas.

Este viernes tuve la suerte de estar en el evento `El tiempo de las mujeres`, organizado por el medio de comunicación de El Mundo y Yo Dona. Un evento informativo y lúdico que pretendió involucrar a los ciudadanos y a personalidades relevantes de España, como punto de encuentro de toda la sociedad para debatir propuestas y compartir inquietudes.

Como ellos mismos explican en la web:

Se trata de un punto de encuentro de toda la sociedad, a la que se hará protagonista, y en el que se discutirán propuestas, se compartirán inquietudes y se debatirán pensamientos enriquecedores con los que reaccionar y diseñar un futuro cargado de desafíos. Un día para vivir y compartir donde debatiremos, desde diferentes puntos de vistas temas como el liderazgo, el emprendimiento, el deporte, la cultura, la maternidad, el empuje de las nuevas generaciones, el reto de la tecnología o la sostenibilidad. Mesas redondas, ponencias, talleres y mucho más.

La jornada, comenzó con la intervención del genial comunicador Víctor Kuppers. Y es precisamente, en su ponencia, en la que me quiero centrar. Pretendo escribir aquí un resumen, porque las cuestiones de las que habla me parecen, simplemente, esenciales para vivir. Vale, para vivir con entusiasmo.

Victor Kuppers no se atribuye ningún mérito, porque como bien explicó al comenzar la ponencia, él, únicamente coge pensamientos, teorías, etc. de los expertos en la materia, y se dedica, únicamente, a trasladarlos. Pues he de confesar, que algo así, en mi escala, es lo que yo también quiero hacer. Y por esa razón, principalmente, lo escribo aquí.

Voy a destacar sólo algunas de las cuestiones de las que habló para vivir con entusiasmo, aunque en mi opinión,  diría más bien, para vivir. A modo de resumen, muy resumido 🙂 :

  1. Coincido plenamente con Víctor en su primera afirmación: necesitamos cambiar el mundo, necesitamos mejorar la sociedad,  hacerla más justa, más solidaria, más ética.
  2. Tu actitud es una decisión, Victor, decía: «es como el que quiere perder kilos…» Tenemos una capacidad gigante que es la de elegir cambiar nuestra actitud, pero no siempre somos conscientes. Yo añadiría que es como si tuviéramos ese don, el don de poder elegir, y eso, a mi entender, es una suerte inmensa. Y añadiría: ¡ es  como tener un poder!¡un súper poder! ¡puedes hacer lo que quieras! Por supuesto que no siempre las circunstancias ayudan, pero… recuerda que es tu poder.
  3. Serenidad y proactividad.  Si os fijáis, hay personas  que actúan antes de que ocurra una situación, toman el control y hacen que las cosas  sucedan en lugar de solo reaccionar, y además lo hacen con tranquilidad, sin sobresaltos, sin alarmas o dramas, sino de forma serena e incluso, yo conozco a una, por lo menos, que además, sonríe. Este es un comportamiento maravilloso muy estudiado en la psicología positiva.
  4. Se agradecido. Vivimos en un mundo poco agradecido, en términos generales. Solo tienes que salir a la calle y comprobarlo ¿pero tanto cuesta un saludo?¿un decir gracias, perdón, pase usted, le ayudo…? Deberíamos proponérnoslo muy seriamente. El mundo funcionaría de otra forma, sin duda, funcionaria mejor.
  5. Ponte ilusiones. Y como dijo Victor Kuppers en esta sesión, y aunque suene exagerado «es igual de importante que comer y beber para nuestra salud, lo dice la ciencia. Si el entorno no nos las pone (las ilusiones), póntelas tú». Ilusiónate con las cosas, por pequeñas que sean, funciona (de esto hay otra entrada reciente en este blog, en la que explico, que yo, en mi caso, tengo demasiada facilidad para ilusionarme, y a veces, hasta me pregunto si eso es bueno del todo…)

Ya por último, y aunque  este fue el inicio de la intervención de Victor Kuppers: «el progreso de las mujeres, es el progreso de la sociedad», yo, por mi parte, concluyo con esta afirmación.