Aquí va una idea gastronómica, además, podéis practicar ahora y hacer una para las fechas navideñas que se avecinan. Prepara una tabla de quesos.
A mi me ha dado por preparar este tipo de tablas, no solo de quesos, también de embutidos, y porqué no, tablas dulces.
En una tabla de quesos, no sólo es importante elegir bien los ingredientes que vas a poner, sino que también la decoración es clave para su éxito.
He aquí cómo prepararla paso a paso:
1- Elige los quesos que quieres poner. Una buena opción es elegir entre seis y ocho variedades, con leches de vaca, de oveja y/o de cabra; distintas maduraciones y texturas, y cortezas variadas.
2-Corta los quesos. Los quesos más duros en lonchas, y los más blandos los colocas en cuñas.
3- Añade pan. Es imprescindible para comer el queso. Elige varios tipos de pan, barra clásica cortada, pan blando, de miga blanca e integral, con frutos secos, tostado, sin tostar… picos… hay infinidad de opciones.
4-Añade también algún acompañamiento que llevarán al maridaje perfecto creando combinaciones de sabor de lo más sabrosas. Frutas frescas (dulce y ácida), alguna mermelada… y para el toque salado añade frutos secos, aceitunas o pepinillos en conserva.
5-A tu elección si también quieres añadir algún embutido. Porque como he dicho al principio, no solo tiene porque ser una tabla de quesos, también puede ser con otro tipo de alimentos.
6-Coloca unas banderitas con el nombre de los quesos. Puedes hacerlas muy fácil con un palillo y un trocito de papel pegado con celo y escribiendo a mano.
Por último, os dejo algunos consejos para la elaboración de la tabla de quesos:
-Lo ideal es que los quesos estén a temperatura ambiente antes de consumirlos. Será bueno sacarlos del frigorífico unas horas antes de montar la tabla.
– Prueba primero los quesos suaves, y termina con los más fuertes de sabor, así percibirás mejor los matices de cada queso.
-Como para comer, también hay que beber… acompaña la tabla con un vino espumoso, vino blanco o sidra. Esto es lo que aconsejan los expertos, aunque también dicen que el mejor maridaje para una tabla de quesos es el agua, ya que nos limpia el paladar entre bocado y bocado, pero… también os diré que yo prefiero un buen vino tinto…
-Guarda el queso sobrante en un recipiente hermético sobre papel de cocina y colócalo en los cajones o baldas inferiores donde la temperatura del frigorífico es más suave, no obstante, el queso fresco hay que guardarlo en la parte de arriba ya que necesita más frío.
Dejo aquí ésta tabla que preparé este verano para una merienda con mis padres en la playa, a base de fruta, chocolates y gominolas, claro está, estaban mis hijos también… 🙂 ¡la disfrutamos mucho! Ahora es tu turno ¿qué tabla estas pensando preparar?
P.D.: En Internet, hay infinidad de imágenes para inspiraros en vuestra tabla de quesos